El parto, un poco ajetreado de I.

A lo largo de mi embarazo e incluso de la concepción del mismo, podría contar mil historias, pero empezaré mi relato el 12 de Marzo, monitores y revisión, con su correspondiente tacto vaginal, bastante doloroso por cierto. Estoy de 39 semanas y 6 días, el ginecólogo me dice que estoy verde, verde, verde, y que probablemente llegaré a la semana 42 sin haberme puesto de parto y que llegado ese caso lo provocaremos. Dicen que mi bebé ya pesa 3,5kg y que habrá que ir viendo como sube de peso, por si hay que sacarlo antes. 14 de Marzo, nos confinan… Tengo cita de nuevo para monitores el 18 de Marzo, pero el 16 suena mi teléfono y me piden que vaya al día siguiente, pero sin pasar por monitores, que vaya directamente a consulta, así que el 17 allí que me planto, el hospital silencioso, no hay visitas, no hay gente a la vista… el ginecólogo me revisa, y la conclusión es la misma, muy verde… pero… estoy de 40 + 4 y me dice que la semana siguiente el hospital va a estar plagado de gente con el virus, que la OMS recomienda intentar sacar a todos los bebés que tengan ya 40 semanas lo antes posible, para que podamos encerrarnos en casa y no correr riesgos, así que me propone provocarlo y yo acepto.
Ingreso con mi marido, me enchufan la oxitocina y a las dos horas vienen a intentar romper la bolsa… debo decir que me asusté, solo alcancé a decir, ahora? aquí? pensaba que eso era algo más… no sé… elaborado… me hacen otro tacto vaginal, muy muy doloroso, no se si era falta de tacto de la matrona o si era yo… nada, dice que no he dilatado un solo cm, así que no puede romper la bolsa… en las siguiente 8 horas, me fueron haciendo tactos, cada vez más dolorosos y subiendo la oxitocina hasta llegar al máximo, sin conseguir que dilatara un solo cm, y por tanto sin tocar mi bolsa… a las 7 de la tarde antes del último tacto le digo a la matrona que si voy a acabar en una cesárea, que me ahorre el sufrimiento de otro tacto, xq empiezan a ser ya un poco insostenibles, me dice que tiene que hacerlo para asegurarse, pero que no va a profundizar tanto porque aunque parecía reacia a reconocerlo de inicio, al final acepta que si, que voy a acabar en cesárea. Me dice que deje de moverme ya (llevo las 10 horas haciendo ejercicios para intentar dilatar, sentandome solo a hacer pequeños descansos cuando me flaqueaban ya las piernas), que intente descansar porque van a dejar la oxitocina una hora más y luego la quitarán y pasaremos a quirófano. Intento descansar, pero estoy un poco nerviosa, sabía que la cesárea podía ser una posibilidad, ya que en el año anterior al embarazo, me intentaron quitar un pólipo en el endometrio y tras pasar dos veces por quirófano, no lo consiguieron, porque no consiguieron que dilatara, pero me quedaba la duda de si la ginecóloga había sido poco hábil o de verdad mi cuerpo no dilataba.
A las 8 me despido de mi marido, él se queda en la habitación y a mi me bajan sola a quirófano y ahí empezó la fiesta… para empezar, tengo desviación de columna así que pincharon 4 veces hasta que acertaron con la raquidea, no recuerdo si me dolió o no, la verdad que creo que yo estaba a otra cosa, sólo recuerdo que hacía frío. Una vez empieza todo y empiezan a inyectarme cosas por las vías, se dan cuenta de que estoy deshidratada (no me han dejado ni comer ni beber en todo el día y por lo visto con la oxitocina a penas metieron suero) así que tengo la imagen del anestesista escurriendo una bolsa de suero detrás de otra para que entre lo más rápido posible.
Pasó muy poco tiempo y de pronto dijeron, quitad el biombo! quitad el biombo que lo vea salir!! y de pronto lo vi! ahí estaba mi pequeño!! le caía un chorrete de sangre por la cara, y no tengo una imagen clara de él retenida de ese momento. Lo apartaron un momento de mi para ver si estaba bien y examinarlo y enseguida lo oí llorar, me dijeron que estaba perfecto y me preguntaron si lo quería encima, les dije que claro!! y eso hicieron, me lo pusieron encima y volvieron a poner el biombo, asi que ahi nos quedamos los dos, metidos como en una tienda de campaña, esa imagen sí que la tengo muy nítida, no creo que jamás me pueda olvidar de esa mirada. Yo le repito una y otra vez, hola pequeño! soy mamá! soy mamá!! y el no me quita ojo!
Pero de pronto empiezo a notar que me estoy encontrando muy mal, y que estoy perdiendo fuerza, así que pido que lo cojan, porque me da miedo que se me caiga, lo cogen, y empiezo a notar como mi cuerpo da golpetazos, temblando con mucha brusquedad, tengo grabado el sonido de mi brazo libre pegando contra la camilla. Me preguntan si quiero que dejen a mi bebé a mi lado en una cuna o si prefiero que lo suban con su padre, y tras un rápido repaso mental de los pros y los contras, doy prioridad a que continúe con el piel con piel con su padre, a tenerlo en una cuna conmigo. Le digo al anestesista que no sé qué pasa, que no me estoy moviendo a propósito y me dice que como me han tenido que meter tanto líquido de golpe, por la deshidratación, y está más frío que mi sangre, tengo hipotermia y que por eso estoy así. Le digo que tengo ganas de vomitar (no se muy bien el qué, porque en mi cuerpo no ha entrado nada en las últimas 24h), y me dice que tranquila que es solo una sensación, que no voy a vomi… y no ha terminado la frase y ya he vomitado… una vez, otra, otra… empiezan a meter más cosas y dejo de vomitar y aunque sigo temblando, al menos ya no doy golpes, en ese momento pensé que no salía de quirófano, que supongo que sería menos grave de lo que a mi me parecía… o no… en realidad no lo sé…
Mientras tanto al otro lado del biombo… empiezo a oir… no sé qué pasa! tiene la piel muy elástica! no consigo coser!! y yo pensando madre mía… que esto no termina… descosieron 3 veces… y a la cuarta, al fin consiguieron dejar la cicatriz cerrada… en ese momento mis constantes por lo visto estaban bastante alteradas, así que me pasaron a la sala del despertar, me pusieron mantas encima y una especie de tubo metido debajo de las mantas que soltaba aire caliente. La ginecóloga vino, se sentó conmigo hasta que mi tensión empezó a ser normal y me dijo, no sabes lo que me has hecho sudar… no había manera…
Y casi 3h después… me subieron a la habitación de nuevo, y ahí estaba mi marido, con nuestro bebé en brazos, acurrucado, en cuanto estuve en la cama me lo volvieron a poner encima y creo que fue ahí cuando volví a respirar tranquila. Nunca pensé que se pudiera querer tanto tanto a una cosa tan pequeñita.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.