En ocasiones, cuando se inicia la producción láctea, si no se drena de manera eficaz y a ello se le suma el aumento de vascularización de las mamas puede dar lugar a una ingurgitación patológica de los pechos (pechos como piedras).
El problema principal de la ingurgitación es que el pecho está tan duro, que la mama se ve como un todo, es decir que no existe diferencia entre la areola y el resto de la glándula, es como un bloque de hormigón al que dificílmente el bebe puede agarrarse.
Hasta hace bien poco se hablaba de usar calor para ablandar el pecho pero en el caso de la ingurgitación este calor puede ser contraproducente ya que al producir una vasodilatación puede favorecer una mayor acumulación de líquidos en el edema ya existente.
Por lo tanto como en edemas producidos en otras partes del cuerpo, una forma eficaz de reducirlo es drenar el mismo, en este caso lo más eficaz es la técnica de la presión inversa suavizante. Se puede realizar con la madre sentada, pero favorecerá más el retorno de líquidos si la nueva madre se sitúa en decúbito supino. La técnica, que se la puede realizar ella misma o la podemos ayudar nosotras, consiste en ejercer una presión hacia la parrilla costal con los dedos situados alrededor del pezón. existen diferentes técnicas con resultados similares, una es situar las yemas de 3 dedos a cada lado de la areola, otra (la que más me gusta a mi) es situar dos dedos longitudinalmente a cada lado de la areola. La presión debe ejerción entre 2 y 20 min, sin que produzca dolor a la mujer.
Al realizar esta presión es posible que se active el reflejo de eyección de la leche, aunque el objetivo principal es que se ablande la areola.
Esperamos que este post os sea de ayuda. Seguiremos dandoos info por aquí y en el instagram @mimandoamama