Mi embarazo transcurrió durante la pandemia, por lo que en mi centro de salud y en mi hospital de referencia no se realizaron formaciones ni charlas sobre el tema. Una amiga me habló sobre el plan de parto. Cuando pregunté a mi matrona por el tema, su respuesta fue que lo hiciera si quería, pero que no lo iban a mirar en el hospital, ya que ellos eran los profesionales y sabían lo que tenían que hacer.Busqué información por mi cuenta, así que rellené el que venía en la cartilla de embarazo. El día del parto empecé con los dolores por la tarde, y de cara a la noche fuimos al hospital. Estaba dilatada de 1 cm y había empezado a expulsar el tapón mucoso. Me dijeron que empezaba el parto, pero que podía tardar aún unos días, así que me enviaron casa. Pasé toda la noche en la pelota de pilares, respirando y dejando que fueran y vinieran las contracciones. A las 6 de la mañana volvimos al hospital, y ya nos quedamos. La matrona y la auxiliar vinieron a presentarse. Recuerdo a la matrona muy activa y como con mucha prisa. Me dijo que aún podría tardar y que siniba a querer la epidural. Le dije que todavía no, que quería ver si podía aguantar, y que no quería que fuera más lenta la dilatación. Me dijo que si me ponía la epidural no pasaba nada, porque me podría oxitocina para acelerar la dilatación. Me dijeron que caminara por la habitación y que tenía la pelota de pilates si quería. Entró varias veces a preguntarme si quería la epidural. Finalmente a las 10.30 me hizo un tacto, y dijo que no había aumentado mi dilatación y si quería la epidural ahora se podía, y si no, habían cesáreas programadas y si la quería más tarde, igual no se podía… así que decidí ponérmela.Cuando la tenía puesta, me pusieron de lado, para que bajara el bebé y me dijo que me iba a romper la bolsa, para que fuera más deprisa. Le dije que no, porque no lo veía claro, me dijo que lo pensara. Cuando llevaba unas horas de lado, empecé a notar molestias en el costado y pedí cambiar de posición, me pusieron del otro lado y se perdió el latido del bebé. Se llenó la habitación de gente, me asusté mucho… me hizo un tacto el ginecólogo y luego la matrona. Finalmente me dijo que ahora si que había que romper la bolsa, así que le dije que si, la rompió y conectó algo a la cabeza del bebé para seguir el pulso. La epidural empezó a perder efecto en uno de los lados (sobre el que no estuve apoyada), y empecé a sentir las contracciones. Cuando venía una, gritaba..Entraron a decirme que gritar era un gasto de energía y no me ayudaba, y que mejor respirara. Me pusieron otra dosis de epidural, y esta vez fue bien.Finamente, empecé a sentir ganas de pujar, me explicaron cómo pujar, y el expulsivo fue en cuestión de una hora. Tuve desgarro de esfínter, a las 20.15 ya tenía a mi bebé y todo fue bien. No sentí que no me trataran bien y fueron buenas profesionales, pero si me hubiera gustado sentir menos prisa por acelerar el parto, tener más información antes sobre las cosas que pueden pasar y no dejarme guiar por el miedo y la presión, que me hubieran dejado gritar… en fin, sentirme menos dirigida, y tener un parto más respetado. No puedo decir que fuera un mal parto, pero si volviera a parir… hay cosas que se ahora que me ayudarían a que fuera diferente.
RELATO DE PARTO
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- Publicación de la entrada:18 mayo, 2021
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