RELATO DE UN PARTO PREMATURO:

Gracias por compartir nuestra experiencia y sobretodo por acompañarnos. 

“El 21 de mayo a las 6:00 de la mañana supimos de ti. Eras una idea, un deseo, una posibilidad. Una pequeña personita que esperábamos para tal día como hoy, 26 de Enero del 2021.
Empezamos a fortalecer suelo pélvico, caminatas, leer, informarnos sobre parto en el agua y/o parto en casa. Planificamos algún recuerdo artístico que hiciera tu padre en la barriga. Fantaseamos con el piel con piel, la lactancia, los lametones que le dejaríamos a Maga darte. Disfrutamos de tus primeros movimientos, de cómo crecía tu casita. Tocábamos canciones al piano para ti, bailábamos, reíamos. 
El 25 de Octubre, 26+5, después de tres días de sospechas, pero no queriendo precipitarme… (soy primeriza, seguro que son movimientos del bebé y no contracciones), finalmente acudo a urgencias.No pasaron más de 40 minutos, y ahí nos vimos, sin entender nada (por más que me explicaban), inmovilizada. Empezaron las vías, medicación para la maduración de nuestra tortuguita. “Dile al peque que espere, que no salga todavía.” No paraban de entrar y salir matronas, auxiliares, gines. Después de más de 12h de que “me ardiera el cerebro”, tomar constantes cada 4 horas, pinchazos, vómitos, eco, sigue dilatando, las contracciones no cesan… Calor, mucho calor. Y sigo sin entender nada. Finalmente, subimos a planta, con nuestro compañero, el Atosiban.Lo que parecía una preocupación de primeriza, se convirtió en 6 semanas de Atosiban 24h/día. Irritabilidad uterina nos dijeron: “no te muevas, nada de ejercicios de suelo pélvico”. Al principio podía levantarme de la cama una vez al día para una ducha rápida, unas semanas después ni eso. Y vimos claro que nada de parto natural, es más, embarazo medicalizado, y así sería el parto. Sumamos horas, días, hasta 6 semanas. Incluso en la semana 29+5 volvimos a repetir aventura, hasta nos hicieron la cartilla de nacimiento. Pero seguiste regalando días. Muy agradecidos con como nos trataban en el hospital, cada una de las personas que cuidan la vida.
Y llegó el día, semana 32, con 8 semanas de adelanto. Sentiste que era tu momento y no hubo medicación, ni canciones, ni palabras que te retuvieran más tiempo dentro.El 1 de Diciembre llegaste. Un parto sin movimiento, con vías, más maduración pulmonar, monitores, epidural, oxitocina, episiotomía. No pudimos hacer piel con piel, ya tenían preparada la incubadora. Pasaron más de 6 horas hasta que pude verte por primera vez, pasaron 5 días hasta que pudimos cogerte. Fueron 24 los días de ir y venir de casa al hospital para verte crecer, para acompañarte en la maduración de tus pulmones, en enseñarte a comer. Se sucedieron las noches de alarma y sacaleches (y a penas resultados). La leche materna era especialmente importante para ti, pero no había suficiente. Casi no succionabas el biberón… La teta ni hablamos. Llegaste a casa y empezamos a relacionarnos con los biberones, lo que nunca habíamos imaginado. Y 8 semanas después empiezas a comer del pecho (¡gracias África!), y vamos camino de la LME. (Pero esto da para otra historia). 
Hoy te esperábamos, y ya hace 8 semanas de esos 35 minutos (o 6 semanas) de trabajo en equipo: médicas, tu padre, tú y yo. Y fue precioso. Todo lo contrario a lo que planificamos e imaginamos. Pero bonito, emotivo, respetuoso. En definitiva, tu llegada, la que tú elegiste. Y estuvimos unidos tu padre, tú y yo. 
Gracias por regalarnos tanto aprendizaje, por unirnos, por elegirnos.”

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.