El movimiento amoroso y comunicativo con el bebe es posible y recomendable empezar a cimentarlo durante el embarazo, el periodo prenatal es un buen momento para aprender a estar juntos y para empezar a compartir la experiencia de ser padres implantando lo que ya es una relación afectiva.
Cuando las experiencias de vinculación se dan ya desde el embarazo y cuando son compartidas, ayudan a la madre y al padre a comunicarse con el bebe, hablar, tocar y sentir…., reconocerle a través de las sensaciones y movimientos……, así van aprendiendo a amarlo juntos, de esta manera, el nacimiento es una experiencia de continuidad en el vínculo, la comunicación no se ve interrumpida, sino que esta se entrelaza y se amplia.
La estructura de comunicación con el bebé, debe establecerse lo antes posible, el nacimiento tiene que enriquecer la relación compartiendo la vivencia y estableciendo vínculos profundos , tanto con el bebé como de la propia relación de la pareja.
El contexto de continuidad en el vínculo, imprescindible para que este se afiance y establezca de forma segura, se da en las sesiones de yoga para embarazo en las que la pareja forma parte, estableciéndose un vínculo profundo y de intercambio amoroso con el bebé.
Autora: Carmen Sánchez Segura.